Como ya te había dicho la comunicación es clave para cualquier empresa familiar, para cualquier empresa, diría yo. Espacialmente para cualquier empresa familiar. Cada ser humano es un mundo entonces si a ti, tu hermano te contesta fuerte, siempre vas a pensar que es contra de ti, personalmente. Y la única manera de saber si eso es así o no, es comunicándote. Entonces, yo siempre he tratado de mantener hablando de la empresa, de quienes trabajan conmigo, la comunicación abierta. Siempre hay roces, siempre, todos los días va a haber un roce y la única manera que uno lo puede solucionar es; “oye, quiero hablar contigo 5 minutos cerramos la puerta, vámonos a tomar un café; ¿que fue eso?, que te pasa?”. Usualmente la respuesta es: “tengo tres problemas con un cliente, no me han firmado un cheque y tu vienes a hablarme de cualquier cosa que no me interesa entonces por favor perdóname, pero estoy estresado”. Entonces, ya uno deja de tomarlo personal. Cuando uno deja de tomar las cosas personales, se vuelve objetivo y cuando se vuelve objetivo, soluciona cualquier tipo de problema. Pero desde un punto subjetivo tú no puedes solucionar un problema. Lo que quiere decir es que la comunicación te facilita la objetividad, te lleva a ser objetiva. Eso en la empresa y con la familia aún más porque los miembros de familia no están en la empresa y muchas veces se sienten como que no saben lo mismo que saben los otros. Entonces, la clave para eso es contarles absolutamente todo lo que pasa y es facilitar momentos. Nosotros tenemos una vez al mes consejo de familia, dos veces al año, algo lúdico porque algo que pasa con las empresas familiares es que todo gira entorno de la empresa y, ¿qué pasa con la familia? Uno también tiene que mantener la relación.